La polisomnografía es un estudio médico que se utiliza para evaluar los patrones de sueño y la actividad cerebral durante el descanso. Se realiza de manera ambulatoria, con un dispositivo que permite monitorear la actividad cerebral, respiratoria, muscular, cardíaca del paciente y su saturación de oxígeno.
Para la polisomnografía, se instalan sensores ( electrodos ) en diferentes partes del cuerpo del paciente. Estos sensores registran la actividad eléctrica del cerebro, actividad eléctrica del corazón, movimientos oculares, la actividad muscular y la respiración. También se pueden medir otros parámetros como la saturación de oxígeno en la sangre y los ronquidos.
Esta instalación dura alrededor de una hora y se recomienda que el paciente asista con un acompañante.
La información recopilada durante el examen se utiliza para diagnosticar diversos trastornos del sueño, como pueden ser apneas (pausas respiratorias), movimientos o comportamientos anormales durante el sueño.
La polisomnografía nos ayuda a conocer las etapas y ciclos de sueño, identificando los motivos por el cuál pueden verse interrumpidos los patrones de sueño.
El procedimiento lo realiza una enfermera especialista en sueño y los resultados del examen son informados por un neurólogo especialista en sueño.
Este estudio se realiza sólo con orden médica.